(Por: Colectivo Signos del Topo)
[Publicado en el Nº 1 de nuestra revista en papel, de diciembre 2011, y en el sitio web de Signos del Topo, en julio del mismo año.]
1.
Tenemos nuestros puntos cardinales y se llaman: Igualdad, Libertad, Revolución, Socialismo. Así lo señala nuestra declaración de origen, en noviembre de 2006 [«Signos del Topo: un modo de la actividad poética», también reproducida aquí en este primer número.]
Ahora, en días de pleno show electoralista en este reino del revés, hemos tenido que escuchar a los demócratas burgueses proclamarse, una y otra vez, adalides de «la igualdad y la libertad», así como no hace mucho (el pasado abril) tuvimos que leer los dichos de la burocracia restauracionista de Cuba en el trance de hacer tabla rasa hasta de la palabra igualdad (ver nota al pie: ***). Ante unos y otros, afirmamos: es cierto que igualdad es apenas una palabra, pero se trata de una de las más necesarias, queridas y bellas que conocemos.
Del mismo modo, sabemos que libertad es apenas una palabra. Pero hacemos nuestro este fundamento poético de la libertad como fuerza viva: «... la libertad se define muy bien por oposición a todas las formas de servidumbre y de constricción. La única debilidad de esta definición es representar generalmente a la libertad como un estado, es decir, en la inmovilidad, cuando toda la experiencia humana demuestra que esa inmovilidad acarrea su ruina inmediata. Las aspiraciones [...]a la libertad deben mantenerse en la posibilidad de recrearse sin cesar; por eso se la debe concebir no como estado sino como fuerza viva que acarrea una progresión continua» (André Breton). Por tratarse de una palabra tan concreta cuan cargada de deseo, es que desde Signos del Topo reafirmamos: La libertad es concreta.
Sabemos que incluso revolución es apenas una palabra. ¡Y qué palabra tan a menudo recargada de significaciones contradictorias! Pero sabemos muy bien que revolución es la única palabra que a través de todas las edades lleva en la frente la divisa de la permanencia: «Fui, soy y seré» (Rosa Luxemburg).
Sabemos, en fin, que socialismo es apenas una palabra, y sin duda una de las más maltratadas y miserablemente expoliadas. Pero también sabemos que socialismo es la palabra-semilla de la que siempre brota su flor-fénix de tres pétalos o alas: comunidad, igualdad y libertad.
Ninguna de estas palabras que señalan nuestros puntos cardinales soporta ser regalada a sus enemigos, que son los nuestros: los confesos e inconfesos sostenedores del capitalismo.
2.
Aunque consideramos que no es suficiente lo que hemos hecho hasta la fecha, sí sabemos que dimos auténticos pasos de independencia poética, intelectual y política en nuestra tarea de ir publicando, sobre todo en la web, algunos materiales creativos y críticos.
Nuestra actividad poética supone la difusión de materiales y obras que no pretenden encontrar un lugarcito tibio al sol de la «Cultura» dominante, sino llegar como sustento, como herramientas, como armas, a quienes luchan por sociedades igualitarias, comunes y libres. Y supone asimismo un abrir brechas y producir interrogaciones en algunos sectores del vasto público que marcha al ritmo de la alienación constitutiva del sistema capitalista.
Nuestros deseos de transformación política, social y cultural, así como la conciencia de vivir en una realidad fáctica de dependencia-independencia, los expresamos con este diálogo (ficticio pero real) entre dos creadores que admiramos (uno poeta, el otro revolucionario):
Arthur Rimbaud —¡Pronto! ¿Hay otras vidas?
Friedrich Engels —... Todo depende.
Queremos, como se ha dicho hace mucho, contribuir a «transformar el mundo, cambiar la vida». Y es elemental: este deseo depende de los haceres propios y ajenos tanto como de las condiciones históricas y generales. En este sentido, Signos del Topo plantea su independencia militante frente a la cultura de la dominación capitalista y, también, su independencia relativa y su diálogo (lo más creativo posible) con todas las iniciativas y agrupaciones de lucha anticapitalista y de resistencia a la opresión y explotación, cualesquiera sean.
Y desde esta conciencia de dependencia-independencia es que hacemos nuestras (fundiéndolas en una sola) las consignas: Unidos en la lucha, hasta la victoria siempre.
3.
Como primera medida, nos plantamos en forma crítica ante las ilusiones y las creencias. Nos referimos a esas «ilusiones» y «creencias» equiparables a espejismos, distorsiones caprichosas capaces de modelar los actos a imagen y semejanza de supuestos requerimientos «reales» que, al final, se mostrarán como lo que son: paisajes dislocados y encubridores de fallas y accidentes de nuestra realidad.
Como segunda medida, portamos una moral y un entusiasmo plenos de ideas, proyectos y deseos que queremos compartir, que deben encontrar su interlocución e interpelación en «el común», es decir, en otros trabajadores, luchadores y creadores, en «los de abajo» que somos, en quienes construimos día a día la tan vapuleada realidad-irrealidad. No queremos andar por el mundo al tuntún de lo que el mercado de verdades-bondades-bellezas dispara sobre nuestra entera estructura de seres vivos (laburantes, trabajadores) sino a contracorriente de la marejada dominante de alienación social, aunque con la conciencia alerta acerca de la parte de alienación que nos toca, que nos atraviesa.
Como tercera medida, nos apoyamos en la que consideramos la más magnífica tradición de pensamiento y lucha, que siempre supimos plena así como portadora del instante social más creativo: la marcha sostenida de la revolución socialista (socialismo/comunismo) y de la lucha por la igualdad y la libertad, la dignidad de los seres contra toda explotación y opresión (capitalista, social-burocrática o de cualquiera otra índole).
La presente crisis capitalista mundial que transitamos y nos atraviesa implica, además de riesgos y desafíos, la posibilidad real de una tierra promisoria, esperanzante. Muchas discusiones arden en los campos de la vida política, cultural, social, productiva, intelectual y creativa del mundo entero. Debemos alentar y favorecer las discusiones, los debates, las experiencias, las colaboraciones y los intercambios, porque son fuentes educativas de delimitación política y cultural, de posibilidad de luchar juntos, de hacer balances comunes y de encaminarnos a conquistas colectivas de largo alcance.
Pero reafirmamos, por sobre todas las cosas, que nuestra actividad en la sociedad actual debe ser poética (es decir: hacedora, creativa, crítica) con la plena conciencia de que jamás estamos solos en este andar haciendo que le da formas y contenidos reales a la larga marcha.
Buenos Aires, julio 2011
Signos del Topo
NOTA
(***) : Veamos esta pirueta de restauracionistas inconfesos pero inocultables, que oponiendo ‘igualdad’ a ‘igualitarismo’ pasan la topadora restauracionista del Capital (‘productividad’, ‘disciplina’ y ‘estímulo’ calificados-cuantificados en $) por sobre las necesidades reales y las libertades necesarias de los trabajadores cubanos (y, por extensión, de los trabajadores de todos los países): «En la política económica está presente el concepto de que el socialismo significa igualdad de derechos y de oportunidades para todos los ciudadanos, no igualitarismo, y se ratifica el principio de que en la sociedad socialista cubananadie quedará desamparado [... en esta definitiva vuelta de tuerca hacia el dominio pleno de la desigualdad intrínseca del Capital] (...) Incrementar la productividad del trabajo, elevar la disciplina y el nivel de motivación del salario y los estímulos, eliminando el igualitarismo en los mecanismos de distribución y redistribución del ingreso. Como parte de este proceso, será necesario suprimir gratuidades indebidas y subsidios excesivos.» («Lineamientos de la política económica y social del partido y la revolución», VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, 18 abril 2011.) [Subrayados en negrita y agregado entre corchetes, nuestros.]