sábado, 27 de octubre de 2018

La «locura» del fascismo

[por: Espacio Rosa Luxemburg y Colectivo Signos del Topo]


Bolsonaro tras un acto "electoral" en Sao Paulo, el 3 de mayo de 2018.


                                              “Edipo– ¡Extranjeros, no tengo patria!
                                                      (“Edipo en Colona”, de Sófocles)


    A un día del casi seguro triunfo de la lista del fascista Bolsonaro en el balotage de las elecciones fraudulentas del Brasil, el 28 de octubre de 2018, vemos con estupor la ligereza con que muchos (claro que hay honrosas excepciones) toman este “fenómeno”, esta resurrección de la “locura” fascista de masas en el sur de América.
    Incluso asistimos al degradante espectáculo de comunicadores, periodistas y “demócratas” tomando risueñamente las terribles amenazas de un supuesto “descerebrado” o “psicópata” Bolsonaro.
    Calificar a estos conscientes e inescrupulosos criminales (que eso es lo que son) como “delirantes”, “payasos”, “loquitos” o “mesiánicos”, solo sirve para consagrar una ceguera propia ante el pasado reciente y, a la vez, cerrar los ojos ante la gravedad del presente.
    Asistimos también, hay que remarcarlo, a la publicación de agudos análisis (muy pocos, es cierto) que ponen blanco sobre negro buena parte de las razones políticas, económicas y sociales, que explican o aclaran los motivos y determinaciones de esta resurrección fascista de escala internacional, y que aportan propuestas concretas de intervención. Y, además, ha habido iniciativas prácticas (muy pocas, es cierto) para intentar el comienzo de una oposición práctica decidida contra el fascismo.
    Pero el propósito de esta nota es el de alertar sobre una característica poco atendida en este proceso: el retraso –patente y muy preocupante– tanto en el nivel de la comprensión del “fenómeno” como en el de la acción consecuente, del enorme conjunto de trabajadores que debe oponerse a sangre, fuego y conciencia, a la barbarie fascista.
    Ante el muy posible triunfo por vía antidemocrática y seudo “eleccionaria” de este sátrapa y sus millones de seguidores en el Brasil y en el mundo, apenas si se oyen los llamados a prepararnos con todas las herramientas de la experiencia y la autodefensa, de la intervención clasista, de la coordinación y de las acciones concertadas y directas (y su planificación sin fronteras), para comenzar YA MISMO a combatirlos en todos los frentes y con los medios y métodos habidos y por haber.
    Es más que urgente organizar YA MISMO la defensa de aquella población del Brasil a la que estos émulos de Hitler amenazaron desembozadamente y dando señales claras de disponerse a cumplir sus amenazas una vez dispongan de los resortes fundamentales del poder: lo que llaman “minorías”, los trabajadores en lucha, los campesinos, los pueblos originarios, los “rojos”, los defensores de los derechos humanos, etc.
    Es más que urgente hacer todo lo posible para quebrar la parálisis en que está sumida la mayor parte de la población trabajadora del Brasil, de la Argentina y del resto de los países de la región, con respecto al inminente y devastador enfrentamiento que le proponen las hordas de desclasados y belicistas encolumnados detrás de este “nacionalismo” sangriento hecho a la medida del imperialismo y que ha vuelto irreconocible, en pocos meses, el panorama social de nuestro país vecino.
    Antes de que sea tarde: ¡Reunámonos! ¡Unámonos cuando y donde podemos unirnos! ¡Juntemos fuerzas y medios de los más variados, todos los posibles, para enfrentar sin descanso ni tregua al fascismo, aquí y en todas partes!

    ¡Al fascismo no se lo discute, se lo destruye!
    ¡No pasarán! ¡No deben pasar!
   
                                                         Espacio Rosa Luxemburg
                                                         Colectivo Signos del Topo

                                                        (Buenos Aires, 27 de octubre 2018.)