martes, 10 de abril de 2018

Contra todas las amenazas e intentos de golpe cívico-militar en el Brasil

[por Colectivo Signos del Topo y Espacio Rosa Luxemburg]


[Vista de la favela Roçinha, en Rio de Janeiro, Brasil.]


     Brasil, nuestro país vecino, uno de los gigantes del planeta en territorio y riquezas naturales, población y producción, una de las principales economías capitalistas del mundo e integrante de los organismos económicos, políticos y militares más poderosos alineados con el imperialismo mundial, y con más de 65 MILLONES DE PERSONAS SUMERGIDAS EN LA POBREZA Y EN LA INDIGENCIA (a octubre de 2017, según cálculos sospechosos de estar minimizando la situación, se dan las cifras de 25,4% de pobres y el 6,5 % de indigentes, es decir: 52.000.000 de pobres y 13.400.000 indigentes * ), por obra de sus gobiernos pasados y del presente, ha entrado en aguda crisis política, como correlato inevitable de la crisis económica y social.
     Brasil está al borde del colapso. Y en este país así brevemente descrito, existe una amenaza cierta de golpe militar proimperialista, es decir de CANCELACIÓN TOTAL DE LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS y del florecimiento de bandas fascistoides contra los trabajadores, a tono con las exigencias y necesidades de los “mercados” brasileños y extranjeros, y las políticas imperialistas en el marco de la crisis capitalista mundial.
     No utilizaremos este espacio, que es el de un pronunciamiento, para profundizar en el análisis de esta situación derivada de décadas de capitalismo en el Brasil, a manos de gobiernos de “derecha”, de “centro” y de “izquierda” (incluidos obviamente los de Lula y Dilma).
     Queremos pronunciarnos sin ambages frente a la situación que compromete a nuestros hermanos trabajadores del Brasil.
     A la fecha (10 de abril de 2018) los altos mandos militares están sin duda inmersos en un hervidero de intercambios con las embajadas, los gobiernos y los organismos que podrían intentar definir los momentos históricos del Brasil en los próximos días o semanas.
     La propia burguesía (vista bien como conjunto en crisis, bien como sectores enfrentados) se encuentra ante un muy difícil trance para estabilizar la situación e imponer la “gobernabilidad”, bombardeada por su propia política de guerra contra los trabajadores en un marco general de miseria y crisis económica, de corrupción político-empresarial y de crisis de “poderes”.
     La prisión de Lula ha puesto en crisis a su propio partido y en gran medida a sus aliados, en el mismo momento en que las amenazas de golpe militar, manipuladas por el gobierno norteamericano, se manifiestan a la luz del día y sin embozos.
     Las cúpulas del PT buscan una salida “democrática” y negociada. No han llamado a movilizaciones aguerridas ni masivas ni están dispuestas a hacerlo, incluso contrariando las tendencias de su propia base.
     Así, los sectores populares son llevados a un callejón aparentemente sin salida, que hay que quebrar con la Huelga General activa y con el armamento de los trabajadores que se planten frente a las acciones violentas de los sectores golpistas y pro-golpistas.
     Contra la confusión a que conduce –en este momento– el falso debate “proLula” o “antiLula”, creemos que la cuestión no es que haya que “proteger a Lula” (menos que menos trabajar para su campaña electoral): hay que defender a los trabajadores ocupados, desocupados, empobrecidos y miserabilizados de todo el Brasil, del peligro cierto del golpe cívico-militar, respaldado al fin por la “estrategia” entreguista de las cúpulas del PT, sus aliados “progresistas” y la burocracia sindical.

     En este cuadro de situación, nos pronunciamos:

     • Por el repudio al encarcelamiento de Lula a manos de quienes deberían estar ellos mismos presos por corrupción y sobre todo por sus ataques al conjunto de la población trabajadora. Sólo los trabajadores, y en forma independiente, podrán juzgar a sus dirigentes corruptos. Excarcelación de Lula.
     • Por la organización de milicias de obreros y trabajadores, en el cuadro de movilizaciones masivas contra el golpe militar en ciernes.
     • Por la huelga general y la movilización de masas.
     • Por la realización en todos los lugares de trabajo y estudio, y en las poblaciones del país, de congresos y asambleas de base de los trabajadores, para hallar el camino de la salida a la crisis en función de las necesidades obreras y populares.

Buenos Aires, 10 de abril de 2018.

Colectivo Signos del Topo
Espacio Rosa Luxemburg

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* Clarín, 23 oct 2017: “Tras una década de auge, millones vuelven a la pobreza en Brasil”.

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