[por Alberto a. Arias]
Una
máscara mitad vida, mitad muerte.
Eso es
todo.
Llegó
hasta aquí venciendo el tiempo.
Una
máscara
mitad
muerte, mitad vida.
(No la frágil
de uso cotidiano.
No estigma,
emblema, oficio, profesión.
No linaje,
origen, destino o abandono.
Tampoco la que
emerge en distorsión
al cabo del
último día entre los vivos
cuando no hay
aún primer día entre los muertos.)
Es
apenas una máscara ajena,
dos
caras a una,
rígida fachada de perfiles que se niegan.
Creada
porque sí.
Hecha
para no ser usada.
(Ni rostro ni
idea ni poética.)
Sólo
una cosa que ahí te recuerda algo:
lo más
desconocido sin dios,
lo más
atrayente sin demonio.
(1990-91)
Esas máscaras
ResponderEliminarLa dualidad terrible que es la vida
...
O la muerte
A la vida vida y a la muerte muerte... Gracias por comentar...
Eliminarhermoso poema, Alberto
ResponderEliminarAbrazos vitales!!
Eliminar