[por: Cecilia Heredia]
[Díptico 'El duelo'. Óleo sobre tela, 2010.]
Me han preguntado sobre el díptico 'El duelo'. Esto es lo que tengo para decir:
Primero se ubicó el gato con su mirada torva, en su descanso dentro de la habitación oscura. Un almohadón verdinegro parecía darle un sustento apacible.
Por la vieja ventana aparecieron nubes mohosas: celestes, rosadas, amarillentas…
revoloteando quietas entre lívidos y anubarrados vapores …
Fue aquella mirada la que llamó al pájaro. Como muchos pájaros antes,
que se fueron posando sobre esa misma ventana, también apareció uno que
allí se posó, esta vez convocado por el mirar atrayente y provocativo de
ese gato colilargo de pelos castaños y blancos. Y tenía que ser un pájaro
negro, como el ambiente silencioso en donde descansaba el gato, y que mirara
sin respuesta agresiva, pero sosteniendo el entrecruce con su adversario.
Y así sucedió. Se quedaron ambos infinitamente en esa posición de duelo,
conectados sólo con sus ojos. Pero el ave también siempre dispuesta a salir
volando, por si acaso el felino hiciera un gesto de acercamiento, que la pudiera poner
en algún vértigo peligroso...
Precioso Ceci! Ciela
ResponderEliminar