sábado, 9 de enero de 2021

Cuba: GAESA y el ‘caballo de Troya de la burocracia’

    [por Norberto Malaj]


[ Kempiskis Hotels, Cuba. Foto de  tomada de "La joven Cuba".]


    La burocracia castrista ha iniciado 2021 ejecutando un paquetazo antipopular que ha desatado ya enormes y solapadas resistencias (según diversas fuentes estallaron huelgas en los puertos de La Habana y Santiago contra los nuevos salarios para los estibadores —ante lo cual la burocracia reculó—, el gobierno se vio obligado a ‘reajustar’ a la baja tarifas de electricidad y gas que se habían multiplicado varias veces, etc.). La desaparición del peso convertible cubano —el nacido tras el ‘período especial’ con el cual la burocracia pretendió regular una ‘restauración’ ordenada a imagen y semejanza de Vietnam o Camboya— debuta dándole la espalda a la primera medida oficial ahora adoptada: la paridad de 25 CUPs por dólar no la reconoce nadie. No se obtiene un dólar por menos de dos o tres veces ese valor en el único ‘mercado’ reconocido: el “negro”. El desabastecimiento de productos básicos es ya generalizado. El temor a un caos generalizado se acrecienta.

    La burguesía gusana de Miami, la europea y (buena parte de) la yanqui, que en los últimos diez años operó sobre la burocracia castrista a favor de estas reformas, ha respondido a los anuncios en forma contradictoria. En primer lugar, es temerosa de que la ‘desestabilización’ de la isla (la más importante del Caribe) desate un tembladeral sobre toda la región, cuando Puerto Rico —la que le sigue— está sacudida desde hace dos años en un torbellino de luchas sin precedentes.

    En segundo lugar, la acumulación capitalista que había beneficiado hasta ahora a la ‘vieja’ burguesía cubana asociada de mil maneras al proceso restauracionista de la última década parece advertir ahora que la ‘flor y nata’ de la burocracia se orienta sobre un nuevo eje: una negociación en gran escala con el gran capital extranjero dirigido a permitir el acceso de éste en el conglomerado de empresas estatales bajo dominio de las Fuerzas Armadas, el corazón de los negocios de la burocracia —desplazándola de toda participación. Es este el sentido también de la última disposición de “la administración Trump (que) ha intentado elevar al máximo la presión al poderoso conglomerado militar GAESA, que gestiona las joyas económicas de Cuba, como el turismo, el comercio y el petróleo… sanciona(ndo) al Banco Financiero Internacional de Cuba, controlado por militares” (cubanet, 1/1).

    Alina Bárbara López Hernández, una analista cubana, dice correctamente que la defensa de la propiedad estatal cubana debe sortear, sobre todo, el “caballo de Troya de la burocracia” (La Joven Cuba, 1/1). La tarea número uno de los explotados de la isla es defender sus condiciones de vida más elementales y el destino de esos bienes: “intentar enajenarle [a los trabajadores] esos derechos a participar en la conducción de los asuntos económico-sociales relativos a la gestión de un conjunto de medios de producción de los que se considera co-propietario, a favor de una casta de burócratas que supuestamente lo sabrían todo y pensarían por él, ha sido un precio que la historia del siglo XX demostró que los pueblos no estaban dispuestos a pagar y que condujo a la desaparición del socialismo real en Europa” (ídem).

(3 dic 2020)

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario