[por Norberto Malaj]
[ Biden (EEUU) y Netanyahu (Israel) ]
Biden no
sólo no tendrá “luna de miel” sino que podría recibir la presidencia acosado
por acontecimientos impredecibles en Medio Oriente: Trump, el sionista-fascista
Netanyahu, el monarca-carnicero de Arabia Saudita y sus pares de los emiratos
del Golfo —casi todos sellaron las paces con Israel en la segunda mitad del
2020— podrían ‘aguarle la fiesta’. Ésta, en cualquier caso, será muy deslucida
debido a que la pandemia alcanzaría su punto de muertes y contagios más alto en
EE.UU. precisamente hacia esa fecha.
Según
informa el periodista Amos Harel, en Haaretz
(27/12), además de ingresar Israel en un nuevo escenario electoral —el cuarto
evento en menos de dos años— “en las tres semanas y media hasta entonces,
todavía existe la posibilidad de dos eventos excepcionales en el Medio Oriente:
una nueva escalada con Irán que involucra a Israel y Estados Unidos, y un
escenario que parece menos probable: un gran avance en los lazos entre Israel y
Arabia Saudita”. Ninguno de los tres escenarios es un rayo en cielo sereno. A
la inversa, la mano de la administración de Trump y de sus dos principales
socios en la región (Netanyahu y el príncipe asesino del periodista Kashoghi en
la embajada saudí de Turquía) salta a la vista en los tres escenarios.
Netanyahu
necesita deshacerse de su aliado circunstancial (Gantz) al cual exprimió y a
cuya fuerza (Kahol Lavan) virtualmente deshizo. Netanyahu junto a Trump y todas
las monarquías de la región quieren bloquear cualquier retorno a la mesa de
negociaciones con Irán. “Netanyahu está calentando deliberadamente la atmósfera
con los iraníes antes del asunción de Biden y la esperada reanudación de las
conversaciones para revisar el acuerdo nuclear” (ídem). “El yerno de Trump,
Jared Kushner, quien visitó Israel esta semana como parte de la mejora de las
relaciones entre Israel y Marruecos, continúa trabajando en el canal saudí. El
equipo de Trump espera un último logro en el exterior tras los acuerdos entre
Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos, y en medio de las
conversaciones sobre un acuerdo con Sudán” (ídem).
“En
cuanto a Irán, quedan dos relatos sin resolver y dramáticos; uno es con los
Estados Unidos e indirectamente con Israel en relación con el primer
aniversario del asesinato del jefe de la Fuerza Quds, Qassem Soleimani, el 3 de
enero. El otro es con Israel, a quien Irán ha acusado del asesinato del
científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh al comienzo de este mes. La paranoia
iraní sobre el largo brazo de Israel no se deriva solo de eventos abiertos como
la muerte de Fakhrizadeh. Teherán también está preocupado por la posibilidad de
que los Emiratos Árabes Unidos proporcionen a Israel una base de avanzada
secreta, y está preocupado por la estrecha cooperación entre Israel y
Azerbaiyán, donde las municiones israelíes desempeñaron recientemente un papel
clave en la lucha con Armenia por Nagorno-Karabaj” (ídem).
“Curiosamente”,
dice textualmente el corresponsal, “Hezbollah está dejando muy claro que no es
parte del juego. El secretario general de la organización, Hassan Nasrallah, ha
llorado a su compañero de armas iraní, pero no tiene intención de ofrecerse
como voluntario para llevar a cabo una misión de venganza” (ídem). Israel no
sólo respalda al gobierno de “unidad nacional” libanés con Hezbollah, está en
un avanzado proceso para explotar la plataforma submarina del Mediterráneo
libanés (junto a capitales de ese origen) a expensas del interés de Erdogán. La
Otan y la Unión Europea apoyan esta vía para castigar al turco por sus
bravuconadas contra Grecia y su apoyo al gobierno oficial de Libia, el cual
enfrenta un amplio frente encabezado por Francia y la propia Grecia.
“La
emisora pública Kan informó esta semana que un submarino israelí cruzó
abiertamente el Canal de Suez, en coordinación con Egipto, y continuó hacia el
Golfo Pérsico, como mensaje a los iraníes. En un discurso en una ceremonia
militar, el jefe militar de Israel, Aviv Kochavi, amenazó con una respuesta
dura contra Irán y sus aliados. Y dos días después, en una ceremonia que marca
el final de un curso de pilotos, Netanyahu elevó aún más el listón retórico.
Reiteró que Israel evitaría que Irán adquiera armas nucleares. Mientras tanto,
la Autoridad Palestina está haciendo todo lo posible para entablar relaciones
con la administración Biden con el pie derecho y transmitir buenas intenciones
sobre la posibilidad de renovar el proceso de paz. Netanyahu está adoptando el
enfoque opuesto, deliberadamente. Incluso después de la declaración de una
cuarta elección general en dos años, el gobierno sigue preocupado por sus
intentos de legitimar los puestos de avanzada de los colonos en Cisjordania”
(ídem).
Biden no
ha movido hasta ahora ninguna pieza dirigida a modificar este cuadro de reacción
política sin precedentes en el Medio Oriente.
(31 dic 2020)
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